En cualquier tipo de escalada, redundancia es sinónimo de seguridad. Nunca debemos confiar nuestra integridad fÃsica a un único seguro por muy fiable que nos parezca éste.
Esta máxima se suele respetar bastante en escalada clásica: al llegar a una reunión (o posible emplazamiento de una), el primero de cordada se asegura con un cabo de anclaje o la propia cuerda, monta la reunión y se vuelve a asegurar a ésta. Si un cabo de anclaje fallase por el motivo que fuera, todavÃa tendrÃa el otro.
Sin embargo, esta máxima no es tan respetada en escalada deportiva... Seguir Leyendo